El Popol-Vuh se conoce como el libro sagrado de las culturas precolombinas, donde se integra la formación de la vida en la tierra (la creación) y todos los principios de la cultura.
Todo comienza con la creación del mar, que surgía de la tierra y de ahí (aunque todo estaba oscuro), crearon los dioses a animales de diferentes especies, y como éstos no eran lo suficientemente capaces de alabar a los dioses, éstos deciden que los animales van siempre a depender de otros para vivir. Luego, crearon a los primeros hombres, que estaban hechos de barro, pero debido a la consistencia, se deshacían; entonces los dioses crearon hombres de palo (madera), pero estos no tenían sabiduría alguna para alabarlos, así que mandaron un gran diluvio que haría que la madera se pudriera y que se destruyeran, y conjunto con la lluvia, los utensilios en compañía de los animales quemaron y destruyeron a los hombres de palo, dejándose creer que los hombres que quedaron se convirtieron en los monos. Éste se conoce como el fragmento de la creación del hombre y sus alrededores.
También está el relato de los hermanos Hunahpú e Ixbalanqué; eran hijos de reyes con mucho poder y por ende ellos también poseían grandes poderes; donde se incluye que eran inmortales. Al pasar un largo tiempo, regresan a la tierra de los muertos, conocida como Xibalbá, y de ahí se convierten en el sol y la luna (figuras espirituales fundamentales para la religión de las culturas indígenas).
Posteriormente en el Popol-Vuh se encuentran los llamados hombre de maíz, quienes se consideran como los primeros humanos creados por los dioses, debido a que cumplieron con lo que ellos siempre quisieron: ser alabados y conmemorados por las creaciones en las que habían trabajado. Luego los dioses consideraron que estos hombres estaban sobrepasando los poderes de los mismos, y por ende deciden reducirlos. Más adelante en la historia, se habla de las descendencias de dichos hombres, cómo estos fueron integrándose y evolucionando para coexistir y sustentarse con alimentos y vivienda. De ahí comienzan los poderes jerárquicos dentro de las civilizaciones.
El Popol-Vuh fue traducido y pasado por generaciones como una historia sagrada, que aunque su autor aún permanece desconocido, es la base de casi todas las culturas precolombinas. Éste ha sido comparado con las escrituras sagradas de religiones y culturas teocentristas, como por ejemplo la Biblia, por sus similitudes de la teoría de la creación y los dioses (en este caso un solo Dios) como quienes crearon todo.
Este libro sagrado es un tesoro cultural y literario que debería ser preservado, respetado y enseñado alrededor del mundo como una cultura universal y rica en conocimiento.
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