Cuando en la actualidad se hace mención del Popol-Vuh, en su mayoría se es referido como un libro sagrado que obtuvo mucho poder de influencia dentro de las culturas precolombinas y lo que vino después de ellas, sin embargo, éste libro dejó una marca bastante considerable dentro de la cultura suramericana, en tal manera que la mayoría del folclore de las regiones donde los Mayas, Aztecas e Incas estuvieron tiene que ver con la religiosidad que representa la historia del Popol-Vuh como una guía espiritual de vida y enseñanzas.
A pesar que este no tenga total autenticidad en cuanto a las historias, puesto que en la época en que fue escrito había gran presencia de la religión católica, y mucho de lo que la Biblia relata tiene relación con las historias contadas dentro del Popol-Vuh; con la diferencia de los nombres indígenas dados a los personajes y el politeísmo; y a pesar que el libro sagrado haya sido influenciado de tantos credos, lo que le dió tanta importancia dentro de las culturas indígenas fue la manera en que la naturaleza y todo lo que la conforma tiene que ver con ellos, desde el Sol y la Luna hasta las estrellas como guía espiritual, y donde los rituales donde todo lo dado por los dioses se le es retribuido mediante ofrendas simbólicas de minerales (oro) o con sacrificios humanos. Es decir, la naturaleza era el centro de su desarrollo social; y por supuesto, a cada fenómeno natural se le daba carácter humano y características teológicas para tener una figura visual de alabanza.
Actualmente se tiene conocimiento de la cultura Maya, Azteca e Inca como las principales y de mayor importancia dentro de la cultura hispana, de hecho, estos imperios fueron el inicio de la mayoría de las civilizaciones de Centroamérica. Las tradiciones practicadas por países como México, Guatemala, Perú y Ecuador hasta nuestros días, son en tributo y celebración a estas civilizaciones y todo lo que va en cuanto al desarrollo del ámbito cultural es aún basado en los escritos del Popol-Vuh. Desde los colores de los trajes típicos hasta las estructuras arquitectónicas que forman en su mayoría el atractivo turístico de estas regiones, la cultura que trasciende desde que el Popol-Vuh tomó tanto valor para estas civilizaciones hasta lo que hoy conocemos como América Latina.
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